Es el redondeamiento del esplendor: mediodía.
--¡Maldito Rukawa! ¡Ésa pesadilla que tuve fue horrible!—Pensó Hanamichi mientras caminaba rumbo a casa con Yohei y los demás.
Sakuragi y su ejército caminaban después de haber comido en su restaurante favorito, Hanamichi caminaba apartado de ellos, pensativo. Su ejército se dio cuenta, pero sólo Yohei se atrevió a ir junto a él y preguntarle qué le pasaba.
--¿Qué te pasa Hanamichi? Has
estado raro desde esta mañana.—Dijo Yohei mientras se acercaba a
su amigo pelirrojo.
--¡Ah! ¡Ja,ja,ja,ja! ¡No
me pasa nada Yohei! ¡Un jugador talentoso como yo es absolutamente
perfecto! ¡Ja,ja,ja,ja!—Exclamó Sakuragi mientras reía
como loco, no podía permitir que Yohei y los demás se enteraran
de sus sueños raros.
--¡Miren! ¿No es Rukawa?—Preguntó
Takamiya.
--¡DÓNDE!—Gritó Hanamichi
dispuesto a darle su merecido.
--Tranquilízate Sakuragi, Rukawa
está ahí, en su bicicleta. ¿Lo ves?—Dijo Yohei..
--¡Maldito zorro! ¡Ahora mismo
arreglaré cuentas contigo!—Gritó Sakuragi llamando la atención
de Rukawa.
Rukawa miró hacia la dirección donde estaban Sakuragi y los demás, el alto joven pelirrojo se dirigió rápidamente hacia él.
--¿Qué quieres, estúpido?—Preguntó Rukawa en voz baja.
Hanamichi Sakuragi no contestó, se acercó más a Rukawa y lo tomó por el cuello de la camisa. Estaba a punto de darle un cabezazo mortal, pero entonces recordó su extraño sueño. Miró fijamente los ojos de Rukawa, que también lo miró fijamente.
Hanamichi recordó lo sucedido en su sueño y se sonrojó al sentir la mirada de Rukawa sobre él, pero de pronto Haruko apareció.
--¡Haruko!—Gritó Hanamichi mientras
soltaba a Rukawa y corría hacia ella.
--¡Hola Sakuragi! ¿Qué
estás haciendo? ¿Te estás peleando con Rukawa? ¡No
puede ser Sakuragi! ¡Tú sabes que eso es malo para el equipo!—Exclamó
Haruko algo intrigada.
--¡¡Naaaa!! Sólo estaba
recordándole algo a Rukawa—respondió Sakuragi completamente
sonrojado.
--¿Vas a tu casa, Haruko? ¡Nosotros
te acompañamos!—Exclamó el gordo Takamiya.
Pero Sakuragi sabía que no podía desperdiciar una oportunidad como aquella y gritó histérico:
--¡¡Nada de eso inútiles!! ¡¡Éste jugador talentoso acompañará a Haruko!! ¡¡Ahora váyanse si no quieren que les dé su merecido!!
Los amigos de Sakuragi se miraron entre ellos y decidieron salir corriendo, sólo Yohei se despidió de Hanamichi y de Haruko.
--Está bien, te veré después Hanamichi. ¡Adiós Haruko!—Dijo Yohei mientras caminaba detrás del ejército de Sakuragi.
* * *
Por otro lado, Rukawa escapó de Sakuragi, su ejército y de Haruko. Anduvo en bicicleta un buen rato antes de llegar a casa. Se sentía algo confundido por lo que había pasado. ¿Por qué Hanamichi no le había hecho nada? ¿Por qué se detuvo? Además su mirada era diferente a la de otras veces. ¿Qué estaría pasando? Rukawa no lograba comprenderlo.
--Está loco—pensó finalmente
Rukawa.
--¡Rukawa!—se escuchó una voz.
Era una voz masculina, conocida para Rukawa. El joven que lo había llamado se acercó rápidamente hacia él. Rukawa no dijo nada.
--¡Hola Rukawa! ¡Qué sorpresa encontrarte por aquí! ¿Qué estás haciendo?—Preguntó el joven, que era miembro del equipo Ryonan.
Era Sendoh, quien además iba acompañado por Hikoichi y Koshino. Rukawa no respondió y siguió su camino sin hacerle el menor caso a los tres jugadores del equipo rival.
* * *
--Gracias por acompañarme, Sakuragi, eres muy amable.—Dijo
Haruko en cuanto llegaron a su casa.
--¡Ja,ja,ja,ja! ¡No es nada
Haruko, al contrario!—Exclamó Hanamichi nerviosamente mientras reía.
--Como agradecimiento te invitaré
a cenar.—Dijo Haruko con una gran sonrisa mientras abría la puerta
de su casa.
--Haruko...—pensó Hanamichi mientras
se sonrojaba.
Pero cuando Haruko estuvo a punto de introducir la llave en la cerradura, le puerta se abrió. Era Akagi, el capitán gorila, y parecía muy molesto.
--¡Hermano!—Exclamó Haruko sorprendida.
--¡Gorila!—Gritó Sakuragi decepcionado.
--¡Ni creas que te invitaré
a cenar! ¡No permitiré que toques a mi hermana!—Gritó
Akagi mientras llevaba a Haruko al interior y cerraba violentamente la
puerta.
Hanamichi Sakuragi estaba perplejo. Después de algunos instantes gritó con todas sus fuerzas:
--¡¡Naaaa!! ¡Maldito gorila! ¡Me las pagarás! ¡Éste jugador talentoso te dará tu merecido! ¡Ja,ja,ja,ja,ja!
Después Sakuragi comenzó a caminar hacia su casa, pensando en la gran oportunidad que había perdido. Ése gorila nunca lo dejaba estar con su amada Haruko.
--Maldito gorila.—Murmuró Sakuragi mientras caminaba de vuelta a casa.
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