Ayako y Hanamichi se encontraban saliendo de la enfermería cuando el ejército y Haruko decidieron dejarlos solos.

   --No le hagas caso a Ryota, estaba muy molesto.—Dijo Ayako.
   --Está bien.—Dijo Hanamichi.
   --¿Quieres que te diga dónde está Rukawa? No lo sé. Se supone que debería estar aquí.—Dijo Ayako.
   --¡Ése zorro está huyendo de mí!—Pensó Hanamichi molesto.
   --No te preocupes por él, Hanamichi Sakuragi, vamos a entrenar. ¡Regresemos al gimnasio!—Exclamó Ayako mientras empujaba al pelirrojo.
   --¡Sí, Ayako!—Respondió Hanamichi.
   --Maldito zorro.—Pensó.

   El ejército de Sakuragi y Haruko habían observado secretamente a Hanamichi. Estaban muy emocionados.

   --Es seguro que Hanamichi está enamorado de Ayako.—Dijo Takamiya.
   --¡Sí! ¡Además Ayako es una chica muy atractiva!—Exclamó Noma.
   --No estoy muy seguro.—Pensó Yohei Mito, dudoso.

   Entonces Takamiya observó a Haruko, que parecía estar muy preocupada por algo.

   --Pobrecita Haruko, debe estar muy triste. ¡Aunque no veo por qué! Si nunca le gustó Hanamichi, estaba enamorada de Rukawa.—Pensó el gordo Takamiya.

   Haruko seguía pensando detenidamente en algo, pero no era la nueva relación de Hanamichi con Ayako, no, estaba pensando en Rukawa.

   --¿Dónde estará Rukawa?  ¿Le habrá pasado algo? Rukawa... —Pensó Haruko mientras se sonrojaba.
   --¿En qué estará pensando Haruko? ¿Estará pensando en Hanamichi?—Pensó Yohei mientras la observaba cuidadosamente.
   --¡Ahhh... Rukawa!—Murmuró Haruko completamente sonrojada.
   --.....—Yohei se quedó sin palabras.

   En cuanto Hanamichi y Ayako entraron al gimnasio, todos fijaron su mirada en ellos. De pronto todos dejaron de practicar y el gimnasio se llenó de murmullos. Ayako se sorprendió al notar que Ryota Miyagi había abandonado la práctica.

   --¿Adónde habrá ido Ryota? No estaba hablando en serio... —Pensó Ayako al sentirse culpable por la desaparición de Miyagi.
   --¿Qué le pasará a todos estos idiotas? ¿Por qué nos mirarán así?—Pensó Hanamichi molesto.
   --¿Son novios?—Le preguntó el Gorila a Kogure.
   --Creo que sí.—Respondió el cuatro-ojos.
   --¿¿¿QUÉ???—Pensó Hanamichi al escuchar tal cosa, su oído era muy sensible.
   --Por tu culpa se fue Ryota.—Murmuró  Mitsui mientras caminaba hacia Sakuragi.—Eres un maldito traidor.
   --¿¡Qué dijiste, estúpido!? ¿¡Cómo te atreves a decir eso de un jugador talentoso!?—Gritó Hanamichi mientras se acercaba furioso hacia Mitsui.
   --¡Cálmense muchachos!—Gritó Kogure.
   --¡¡Tú cállate, cuatro-ojos!!—Gritó Sakuragi.—¡No te metas en esto!
   --Sí... Sakuragi... —Respondió Kogure con miedo.

   Hanamichi Sakuragi estuvo a punto de golpear a Mitsui, cuando de pronto, el profesor Mitsuyoshi Anzai entró al gimnasio.

   --¿Se están peleando?—Preguntó el profesor Anzai.
   --¿Ah? ¡Para nada, gordito! ¡Sólo ayudaba a mi amigo Mitsuito!—Exclamó Hanamichi mientras abrazaba a Mitsui--¡Ja,ja,ja!
   --Idiota.—Pensó Mitsui.
   --Está bien.—Dijo el profesor Anzai antes de salir del gimnasio.
   --¡¡Grrr!! ¡Maldito Mitsui! ¡Arreglaré cuentas contigo más tarde!—Gritó Hanamichi mientras salía del gimnasio.--¡Ahora debo buscar a Ryota!
   --¿Qué le pasará hoy a Sakuragi?—Preguntó Kogure en voz alta.
   --Es un idiota.—Respondió el Gori.

   Hanamichi Sakuragi salió corriendo de la preparatoria Shohoku, entonces se topó con Ryota. Quien estaba sentado en el pavimento con lágrimas en los ojos.

   --¡Ryota!—Exclamó Hanamichi.
   --¿Qué quieres?—Preguntó Ryota sin mirar a Sakuragi.

   Sakuragi observó a su amigo, se sintió mal al verlo en un estado tan miserable. Así que no dijo nada y se sentó junto a él.

   --Nunca pensé que alguien te aceptaría Hanamichi, felicidades... —Murmuró Ryota.
   --¿A qué te refieres?—Preguntó Hanamichi.
   --No lo niegues Hanamichi, sé que Ayako es tu novia.—Murmuró Ryota mientras miraba hacia el piso.

   Hanamichi Sakuragi al fin lo había comprendido: todos pensaban que Ayako y él eran novios. Hanamichi se sintió molesto. Así que se levantó y dijo:

   --¡Vamos Ryota! ¡Ayako nunca se enamoraría de mí! ¡Sólo somos amigos!

   Entonces Ryota se levantó y dijo:

   --Eres un mentiroso, maldito.

   Una voz femenina se escuchó de pronto:

   --Eso es cierto, Ryota.

   Hanamichi y Ryota miraron a la joven, era Ayako. Entonces Ryota Miyagi se sintió inmensamente feliz y se acercó a ella.

   --¡Entonces es cierto! ¿Al fin me harás caso?—Preguntó Ryota mientras tomaba las manos de Ayako.
   --¿Eh? Bueno... yo... —Dijo Ayako mientras retrocedía hacia el gimnasio.
   --¡Por favor, Ayako! ¡Di que sí!—Gritó Ryota mientras corría detrás de ella.

   Hanamichi Sakuragi los observó por un momento y pensó:

   --¡Qué escandalosos! ¡Todo por un malentendido!

   Después regresó al gimnasio, pensando en la extraña desaparición de Rukawa.